El estudiante que abrió fuego dentro del establecimiento, luego se quitó la vida.
La traquilidad de la ciudad de Graz, en Austria, se vio abruptamente interrumpida por un horroroso suceso. En las aulas del instituto BORG Dreierschützengasse, un estudiante desató una tragedia que ha dejado a la comunidad en estado de shock, tras abrir fuego indiscriminadamente dentro del establecimiento educacional.
El ataque se cobró la vida de ocho personas, entre ellas siete jóvenes estudiantes, el propio agresor quien prefirió quitarse la vida tras el infame acto, y un adulto cuyo nombre aún no ha sido revelado públicamente. Sorprendidos por el espanto, los ciudadanos guardan luto, mientras las autoridades locales se esfuerzan por reconstruir la paz del entorno escolar.
Las primeras investigaciones entorno al adolescente indican que había sufrido casos de acoso escolar en el pasado, pero la brutal transformación de esa víctima en victimario ha dado una bifurcación inesperada en la comunidad. Armado, este joven cruzó las aulas comenzando en un trágico registro de disparos antes de decidir poner fin a su propia existencia. La noticia resonó no solo en Austria, sino traspasó fronteras a lo largo de Europa, generando preocupación entre diversas autoridades.
Interviniendo con rapidez, las fuerzas de seguridad, incluidas las especializadas unidades antiterroristas EKO Cobra, tomaron acción coordinando el hermetismo de la escena. Según Fritz Grundnig, portavoz de la policía, el operativo fue consolidado con rapidez tras los llamados de emergencia y concluyó con la declaración de «seguridad» alrededor de una hora después del inicio de las operaciones. Fue la eficaz actuación policial la que permitió que la macabra mañana no derivase en consecuencias aún más devastadoras.
En paralelo, el Instituto fue objeto de inspección y evacuación mientras se administraba atención médica urgente a las decenas de personas que resultaron heridas, algunas de gravedad tal que su recuperación aún pende de un hilo. Las colas de ambulancias eran visibles desde la lejanía, reflejando la magnitud del desastre.
Acudió al lugar el Ministro del Interior de Austria, Gerhard Karner, quien se encargó personalmente del seguimiento de la intervención estatal en el sitio. El diario Kronen Zeitung ha clasificado el incidente como uno de los más atroces en los anales austríacos.
La tragedia no ha pasado desapercibida en la esfera internacional. Kaja Kallas, la máxima representante de la diplomacia de la Unión Europea, ha expresado enérgicamente sus pensamientos, consternada y entristecida por las víctimas de este acto de violencia sin sentido. En una declaración dirigida a sus homólogos europeos y ciudadanos, Kallas enfatizó en que «todo niño debe tener garantizado el derecho a la educación en un ambiente de paz y respeto, lejos de cualquier epítome de terror. Nuestros pensamientos están con Austria».